IMPORTANCIA DE LOS TRATAMIENTOS DE COBRE EN FRUTALES
Para hacernos una idea, comenzaremos por analizar la historia del Cobre en la Agricultura:
Hay muchas fórmulas fitosanitarias con cobre como ingrediente principal, dado su amplio espectro de acción, puesto que actúa contra bacterias y hongos (como el oxicloruro de cobre, el hidróxido de cobre, el propio sulfato de cobre, etc.). En su tarea fungicida, forma complejos con enzimas que inactivan los hongos. Además, no debemos olvidar que las plantas necesitan cobre para su proceso de fotosíntesis y también es imprescindible para que metabolicen nutrientes.
Conscientes de la importancia del cobre para la agricultura, comenzó a emplearse el Caldo Bordelés o Caldo Borgoñón, si bien posteriormente apareció el uso del Oxicloruro de Cobre con el que se conseguía reducir la dosis por hectárea respecto al caldo bordelés; consiguiendo un doble objetivo: facilitar la aplicación (no obstruyendo además la maquinaria) y evitando fitotoxicidades.
Más tarde aparecieron los ditiocarbamatos y las ftalimidas, reemplanzando en gran medida el uso de los cobres. Para contrarrestar todo esto, aparte de la reducción de Materias Activas de esos grupos de productos (ditios y ftalimidas) que hemos y estamos teniendo, se han desarrollado nuevas fórmulas a base de cobre (como por ejemplo los gluconatos de cobre) con los que se reducen los riesgos para la salud humana, de la tierra y de las aguas.
Atendiendo a este breve repaso por la historia, podemos decir que cada temporada exige unos determinados cuidados en las plantaciones.
Centrándonos en los tratamientos de otoño (incluso de invierno…) podemos dar algunos consejos:
Los cambios propios de la estación, como la caída de las hojas, producen pequeñas lesiones en las plantas que permiten la entrada de hongos y bacterias. Por eso, se aconseja una rápida actuación con productos cúpricos de tal manera que favorezcan la cicatrización y se impidan posibles infecciones.
Algunas de las formulaciones que se presentan en el mercado, ofrecen además una fórmula de tratamiento especial para la reducción de hongos y bacterias en sus formas invernantes. Suelen combatir Lepra, Cribado, Roya, Cytospora… de los frutales de hueso y moteado en perales y manzanos.
Por estas razones, se recomienda hacer tratamientos preventivos con compuestos cúpricos como los mencionados al inicio del artículo (se realizan dichos tratamientos al 50% y al 100% de hojas caídas).
En cuanto a los tratamientos de invierno, destacar que cuando llega la estación fría, en un momento en el que la humedad no sea demasiado elevada se debe proceder a una nueva aplicación de compuestos cúpricos.
Algunos consejos para la mejora de la aplicación del tratamiento, son:
1.- Si el cobre aplicado va a basarse en productos de contacto, debemos asegurarnos que se haga una correcta cubrición de todas las partes del árbol, incluidas las ramas más altas.
2.- Recordar las normas de seguridad de aplicación de tratamientos que pueden llegar a ser fitotóxicos.
3.- Evitar completamente la aplicación cuando la climatología es lluviosa, con heladas o hay viento, además de realizar dicha aplicación con temperaturas por encima de 5ºC.
Pero también podemos usar cobres con tecnologías más avanzadas que nos permitan realizar tratamientos no solo vía foliar si no también vía radicular.
Estos cobres son los denominados complejos de cobre o cobres (II), diseñados para introducir el cobre dentro de la planta (ejemplos de este tipo de cobres los gluconatos o lignosulfonatos de cobre).
Actualmente podemos usar cobre con una tecnología que ha demostrado una nueva vía de control basada en la actividad el cobre en estado de oxidación o lo que coloquialmente se conoce como Cu (I).
Hablamos de CUNAT, que es una formulación basada en una disolución de Cu (I) estable en el tiempo y complejada eficientemente para que su liberación en el interior de la planta se realice de manera progresiva y controlada, reduciendo el riesgo de fitotoxicidades y sensibilidades.
Como conclusión, resaltar que hemos pasado de la tradición con aplicaciones de cobre por contacto a la innovación con nuevas tecnologías de cobres, más eficientes y respetuosas con el medio ambiente.
