ENEMIGOS NATURALES PARA CONTROL DE PULGÓN EN FRUTALES

ENEMIGOS NATURALES PARA CONTROL DE PULGÓN EN FRUTALES

Una de las principales plagas en los frutales de hueso son los pulgones y la primavera es una época muy propicia para la aparición de esta plaga. Hay una gran cantidad de especies de pulgón en el mundo, pero podemos destacar como más representativas en los frutales de las Vegas del Guadiana: Myzus persicae y Aphis gossipii, aunque todas las especies tienen en común que son insectos de pequeño tamaño que se alimentan de las plantas gracias a un característico aparato bucal de tipo picador-chupador que clavan en los vegetales para extraer su savia. Otro rasgo muy particular de los pulgones es que pueden reproducirse tanto sexual como asexualmente. Mediante la reproducción asexual llamada partenogénesis, una hembra de pulgón es capaz de parir nuevos individuos sin necesidad de ser fecundada, por lo que pueden desarrollar embriones antes de alcanzar el estado adulto. Esta elevada capacidad reproductiva de los pulgones tiene como consecuencia un incremento muy veloz de sus poblaciones, lo que los hace potencialmente muy destructivos. Por otro lado, mientras disponen de alimento de buena calidad, los pulgones tienden a comportarse de manera gregaria formando colonias, lo que constituye quizás su característica más llamativa.

Pero debemos destacar y centrándonos en el uso de enemigos naturales, que durante años, la intensificación de la producción de alimentos ha sido la estrategia para au­mentar el rendimiento de los cul­­­tivos. Sin embargo, actualmente, la preocupación social por un suministro de alimentos más sostenible lleva a buscar he­rramientas más respetuosas con la salud y el medio ambiente. La Gestión Integrada de Plagas (GIP) se ha posicionado, desde hace tiempo, como estrategia para mejorar la sostenibilidad de la agricultura. Para ello, propone que la gestión de insectos nocivos, malas hierbas y enfermedades se realice a través de una combinación de métodos que sean económicamente rentables, ambientalmente sostenibles y so­cial­mente aceptables.

En 2009, este en­foque fue adoptado por la Unión Europea (Directiva 2009/ 128/CE) para establecer un marco de ac­tua­ción con la finalidad de lograr el uso sostenible de los plaguicidas y supuso un punto de inflexión para la utilización del control biológico. En la actualidad la UE está fuertemente comprometida con la re­ducción del uso de plaguicidas y la promoción de la biodiversidad a través de la acción por el clima y Pacto Verde Europeo (Green Deal) y la es­trategia Farm to Fork que tiene por objetivo acelerar la transición a sistemas productivos más sostenibles.

Es por todo esto que el control biológico es una herramienta que debe ser considerada prioritaria para mejorar el control de las plagas que afectan a los cultivos y puede ser utilizada en diferentes tipos de agricultura.

Los enemigos naturales más conocidos son los depredadores y los parasitoides, aunque hay un tercer tipo, los organismos entomopatógenos, que engloba a un numeroso grupo de agentes microscópicos (hongos, virus, bacterias…). De forma general, la incidencia de estos organismos microscópicos sobre las poblaciones de pulgones es más reducida.

Dentro de los primeros, tenemos los depredadores especializados que necesitan alimentarse de pulgones para sobrevivir. Quizás los más conocidos sean los coccinélidos – las populares mariquitas– aunque hay otros muy abundantes, como los sírfidos o los cecidómidos.

También existen depredadores generalistas como pueden ser las crisopas que no solo se alimentan de otras presas alternativas a los pulgones sino que también se alimentan de polen, néctar y otros recursos que ofrezcan los vegetales.

En cuanto a los parasitoides, los adultos ponen sus huevos dentro o sobre el cuerpo de otros insectos, de modo que sus larvas se alimentan a expensas de éstos. Los insectos atacados por parasitoides reciben el nombre de hospedadores; es decir, hospedador es a parasitoide lo que presa es a depredador. Una diferencia con los depredadores es que cada parasitoide necesita un único hospedador para desarrollarse, mientras que la larva de un depredador requiere casi siempre varias presas para completar su desarrollo.

Ahora vamos a ver los enemigos naturales más importantes para el control de pulgón de cada uno de los grupos anteriores.

En cuanto a los depredadores, tenemos:

  • Mariquitas (coccinélidos): Son los depredadores más conocidos. Son muy voraces tanto en estado adulto como en su fase larvaria. Las especies más importantes son Adalia bipunctata(mariquita de dos puntos) y Coccinella septempuctata (mariquita de siete puntos).

  • Moscas cernidoras (Sírfidos): Tienen un gran potencial como agentes de control biológico de pulgones. La mosca adulta es un insecto polinizador y las hembras ovopositan cerca de las colonias de pulgón. La fase larvaria es afidófaga (se alimenta exclusivamente de pulgones) aunque a veces también sufren parasitoidismo que reduce su eficacia. En la estrategia de control de pulgones al aire libre es importante disponer de plantas insectarias que ofrezcan alimento a los adultos (Lobularia, Coriandrum, Fagopyrum, Chrysanthemum, Phacelia, etc). El sírfido más utilizado es Episyrphus balteatus.

  • Mosquitos cecidómidos: Al igual que los sírfidos, solamente son depredadores específicos de pulgón sus fases larvarias. Tienen buena capacidad para detectar nuevos focos de plaga y son muy utilizados en sueltas sobre cultivos hortícolas invernados. El más utilizado es Aphidoletes aphidimiza.

  • Crisopas: Son depredadores generalistas, es decir, que consumen grandes cantidades de insectos plaga como trips, mosca blanca, minadores, etc. Aunque normalmente se alimentan de pulgones tanto la fase adulta como la larvaria, en el caso de la crisopa más utilizada en control biológico, Crhysoperla carnea, solo es depredadora su fase larvaria.

La acción de los parasitoides juega un papel muy importante en la reducción de las poblaciones de pulgones tanto al aire libre como en invernadero. Los más importantes son microavispas (hymenoptera) pertenecen a la subfamilia Aphidiinae. Los más usados son:

  • Lysiphlebus testaceipes: Es el parasitoide más extendido y eficaz para el control de pulgones en jardinería y otros cultivos al aire libre. Aunque no es autóctono, está ampliamente extendido por toda la franja mediterránea. Controla de manera muy eficaz el pulgón de los cítricos Toxoptera aurantii y el peligroso pulgón polífago Aphis gossypii.

  • Aphelinus abdominalis: Avispa especialmente indicada para el control de los pulgones Macrosiphon euphorbiae y Myzus pericae.

  • Aphidius colemani y Aphidius ervi: controla pulgones de pequeño y gran tamaño respectivamente. Se utilizan tanto en exterior como en sueltas inundativas en cultivos protegidos.

Además, ya se puede encontrar comercialmente soluciones que mezclan diferentes  especies de avispas para el control de pulgón que actúan como parasitoides aunque las avispas adultas hembras también depredan pulgones.

En definitiva, los pulgones cuentan con un elevado número de enemigos naturales entre los cuales destacan los parasitoides y diversos depredadores como mariquitas, tijeretas, crisopas, sírfidos y cecidómidos. La contribución de estos enemigos naturales en el control biológico es diferente según la especie de pulgón, el grado de especialización entre parasitoide/depredador y huésped/presa, la coincidencia temporal entre ambos y la zona de cultivo. Por estos motivos, con el fin de conocer las especies de enemigos naturales de pulgones de frutales más relevantes, se deben realizar muestreos sobre colonias de pulgón en las especies de frutales más importantes en la zona, con el fin de tomar la mejor decisión a la hora de elegir el o los enemigos naturales que vamos a utilizar para realizar un buen control del pulgón.

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