EL OIDIO EN LOS FRUTALES DE HUESO

EL OIDIO EN LOS FRUTALES DE HUESO

Para entrar a conocer un poco más de esta enfermedad de los frutales de hueso, vamos a empezar por preguntarnos ¿qué hongo es el causante de la misma?

Sphaerotheca pannosa var. persicae es el hongo patógeno responsable de los ataques de oídio en frutales de hueso y es el que se encuentra con mayor frecuencia, afectando principalmente a melocotonero/nectarino y de forma ocasional a almendro.

La otra especie que afecta fundamentalmente a albaricoque y con mucha menos incidencia a ciruelo y cerezo es Podosphaera tridactyla.

Una vez conocemos el agente causal, podemos decir que las pérdidas económicas en nuestros frutales se producen cuando hay infección en frutos (además de hojas y brotes), aunque los daños más importantes cuando el ataque se produce en hojas se de en los viveros.

Por lo tanto, la necesidad de controlar el hongo dependerá del tipo de daños que el agricultor, el técnico o el mismo mercado sea capaz de tolerar. Así, nos debemos preguntar que daño o afección queremos tolerar en nuestras plantaciones para poder establecer un umbral de tolerancia.

1.- ¿Qué porcentaje de frutos con daño puedo tolerar en la cosecha?

2.- ¿Mi nivel de tolerancia es 0?

3.- …

Basándonos en todo esto, necesitamos conocer la biología de esta enfermedad para conocer los puntos críticos de su manejo.

Apuntar que hojas, brotes jóvenes, frutos y en menor medida yemas, son susceptibles a las infecciones de oidio. Las primeras manchas aparecen en hojas jóvenes y en los primeros brotes del año, siendo los frutos los más afectados, desde el cuajado al endurecimiento de hueso.

Así encontramos:

  1. INFECCIONES PRIMARIAS: el inóculo procede de tejidos infectados (micelio) del año anterior, principalmente brotes. Pueden ser ascosporas o conidias.
  2. INFECCIONES SECUNDARIAS: procedentes de las primeras infecciones.
  3. SÍNTOMAS EN HOJAS: micelio blanco y polvo blanquecino, hojas abarquilladas y clorosis.                                                                         

4. SÍNTOMAS EN FRUTOS: manchas redondas, blanquecinas y agrietamiento.

Profundizando un poquito más, vamos a ver por separado el ciclo en albaricoque y ciruelo y por otro en melocotón/nectarina.

Ciclo en albaricoque y ciruelo

Se producen infecciones en primavera en hoja y frutos por S. pannosa de plantaciones de melocotón o de rosales próximos a nuestros albaricoques o ciruelos.

Las infecciones de P. tridactyla se encuentran en el haz de las hojas después de la recolección.

Se dispersan por el viento.

La esporulación de las infecciones primarias es muy baja por lo que se dan pocas infecciones secundarias.

Al final de la estación se producen cleistotecios, cerrando el ciclo del hongo.

Ciclo en melocotonero-nectarina

  1. pannosa pasa el invierno como micelio en las escamas de yemas.

Las hojas se empiezan a infectar cuando emergen las yemas.

Se producen infecciones secundarias en hojas durante el crecimiento del fruto, siendo la dispersión por el viento.

Las hojas son más susceptibles por la noche, con humedad relativa (H.R.) alta y presión osmótica baja.

En cuanto a las temperaturas, se mueven en un rango de entre 2ºC y 37ºC, siendo el óptimo 21ºC y sabiendo que por encima de 28-30ºC y/o por debajo de 70-75% de H.R. la enfermedad se ralentiza.

Por último, ¿de qué herramientas disponemos para el control de la enfermedad?

En primer lugar, para controlar o intentar que nuestras plantaciones estén lo más limpias posibles de oidio, es elegir variedades resistentes o lo más resistentes posibles; o también evitar el uso de variedades susceptibles al hongo.

Otra fórmula para intentar conseguir controlar o reducir la incidencia del hongo es la adopción de medidas agronómicas:

1.- Reducción de las fuentes de inóculo

1.1.- En el periodo vegetativo, eliminar brotes infectados cuando la incidencia no es demasiado grande.

1.2.- Durante el aclareo, eliminaremos frutos infectados.

2.- Hacer un uso equilibrado del abonado nitrogenado, evitando tener vegetaciones descontroladas que además evitan la aireación de nuestras plantas.

3.- Racionalizar el uso de agua de riego, pudiendo apoyarnos en tensiómetros que nos indican cuando debemos regar evitando que aumente la H.R. en nuestras plantaciones sin que sea necesario.

Por último, el control químico, utilizando aquellas materias activas autorizadas por el Ministerio de Agricultura y en los momentos más idóneos atendiendo a los ciclos de vida expuestos anteriormente así como a las condiciones climatológicas de temperatura y humedad que tengamos en los momentos críticos del ataque del hongo.

Como conclusión vamos a señalar que el oidio es una enfermedad muy frecuente en los frutales de hueso, fundamentalmente en melocotón y nectarina, pudiendo causar problemas importantes bajo condiciones favorables para el desarrollo del hongo (variedades sensibles, presencia elevada de inóculo del año anterior, condiciones climáticas propicias para la sucesión de contaminaciones secuandarias, etc).

El control para que sea eficaz exige la aplicación de fungicidas combinado con prácticas culturales que minimizan la presencia del hongo y dificultan el ciclo del mismo; y es especialmente importante realizar tratamientos preventivos sobre todo cuando la climatología sea favorable a la enfermedad.

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