“EL AGUA”: IMPORTANCIA DE REGAR BIEN EN LA AGRICULTURA

“EL AGUA”: IMPORTANCIA DE REGAR BIEN EN LA AGRICULTURA

            Bien es sabido por todos que el agua es un elemento imprescindible para la vida de todos los seres del planeta.

Además y aunque el total de agua presente en el planeta permanece relativamente constante, su disponibilidad es cada vez más vulnerable debido entre otras cosas al cambio climático; lo que está suponiendo en algunas zonas y momentos, restricciones del uso del agua (sobre todo en agricultura y para ciertos cultivos).

Ya hay estudios científicos que auguran para los próximos años una reducción de la disponibilidad de agua debido al deshielo de los glaciares y al aumento en la frecuencia de sequías en la zona mediterránea.

Por todo esto, se provocará una disminución del agua disponible para el riego y la producción de alimentos. El riego agrícola utiliza dos tercios de los recursos hídricos totales consumidos en el mundo por año, con lo que el sector agrícola, se verá considerablemente afectado. Por este motivo, ES NECESARIO manejar el agua con la mayor eficiencia posible, optimizando los procesos productivos y controlando su consumo.

Pero, ¿qué podemos hacer por minimizar el problema y optimizar el uso del agua?

Vamos a exponer algunas medidas que se pueden llevar a cabo para conseguir un ahorro en el uso del agua:

1.- Elegir el sistema de riego más eficiente que satisfaga las necesidades del cultivo. Los sistemas de riego por goteo o aspersión consumen menos agua que los riegos tradicionales de superficie, alcanzando los mismos rendimientos.

2.- Ajustar las dosis de riego a las necesidades del cultivo en cada momento. Para esto, se pueden utilizar sensores que nos ayuden a conocer en tiempo real las condiciones del suelo y la planta. A través de ordenadores o dispositivos móviles podemos  acceder a esta información al momento a través de internet. Incluso, estas aplicaciones pueden enviarnos avisos en casos de alertas motivadas por alguna incidencia.

3.- Elegir el momento más adecuado para realizar los riegos con el fin de evitar lo máximo posible la evaporación del agua. En este caso, es preferible regar en las horas de menos calor; es decir, a primera hora de la mañana o por la tarde-noche.

4.- Administrar correctamente los fertilizantes para evitar que se produzcan pérdidas por lixiviación.

5.- Promover el reciclaje y la reutilización del agua mediante el aprovechamiento del agua de lluvia, siendo interesante la construcción de charcas o pozos que nos permitan incrementar la disponibilidad de agua.

6.- Emplear o implementar la agricultura de precisión, consistente en el uso de sistemas computerizados que con el apoyo de sistemas satelitales de medición, permite el suministro de agua y otros insumos a las plantas en el momento adecuado.

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